lunes, 4 de febrero de 2019

El Elegante Caballero Muere... De nuevo.

muerte súbita
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Todos nuestros besos son de despedida,
cada charla, las palabras, tu risa, la mía, 
de tiempo contado, de final adelantado,
de horas que son segundos, de amor momentáneo.

Quererte por la mañana, para mañana, para pasado,
te quieros adelantados, de herencia, de aquí hasta que puedas,
de aferrarnos, de soltarnos, de cariño casi en silencio,
de esta despedida que se nos extiende por horas.

Todos nuestros besos serán de despedida,
al tirar la última carta, cuando caiga la noche,
en mis puertas o en la tuya,
cuando nuestras voluntades se rindan.

El tiempo volverá por nosotros,
en forma de verano, en llamada que no contestaras,
en mensaje sin respuesta, en tus brazos cerrados,
en nuestras muchas despedidas.

El tiempo te llevará,
por setentaytantas horas, por el fin de semana,
tendré que verte en Toluca, en Ohio, en Verona, en Río,
en los días de sol, en tus playas, en mis ruinas.

Todos nuestros besos serán de despedida.
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-Carlos F. Díaz


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viernes, 25 de agosto de 2017

El Elegante Caballero teme.


Para los que aún leen.
Este 2017 ha sido un año poco productivo para el Elegante Caballero.  Siempre que una buena racha llega a mi vida, me olvido de este viejo foro, que tiene como función principal, ser  una válvula de escape a situaciones y momentos difíciles en mi vida. Aunque esto no quiere decir que la vida fuera miel sobre hojuelas en este periodo.
A veces quisiera dejar morir este viejo blog y llevar mis escritos a otros lugares, como ya he intentado anteriormente sin pena ni gloria.

Pero es difícil soltar el ayer; el pasado, esa nación enorme e infinita, hogar de los hubiera y de las cosas bellas que pudieron suceder de haber actuado diferente.
Gracias a las personas que aún leen y dan vida a este pequeño pedazo de mí.
Gracias a los amigos que me apoyan y siguen conmigo, aún después de tantos años, y claro a los nuevos amigos que han aparecido y que han decidido quedarse.
Gracias a la familia que recupere hace poco, a los que vienen.
Gracias a todos. Por ser parte de este pequeño universo.
El Elegante Caballero vive. Por un post más, al menos.

Recuerdo que cuando era niño, sentía mucho miedo, el entorno en que crecí y mi mente imaginativa, alimentaba ese miedo con ideas descabelladas y a veces impropias de un niño de mi edad.
Cuando tenía ocho años comí un dulce, un compañero de juegos, me hizo creer (por alguna razón desconocida) que era venenoso, y que moriría en caso de quedarme dormido.
Recuerdo no haber querido compartir este hecho con mis padres por temor a preocuparles y fui a la cama cuando se me indico, recuerdo haberme resignado a morir prematuramente por la horrible golosina.
Ahora otro tipos de temores me invaden, temores que a veces dejo entrar para estimularme, como leer sin parar libros sobre vampiros, monstruos, criminales.
Vivo en una zona donde el miedo es cosa de todos los días, vaya, el tema no me es nuevo u ajeno.  Como profesional del miedo, quise explorar un poco en él, conocerlo mejor y conocer mis miedos aún más. He aquí el breve resultado de vivir aterrado por un par de meses.   Hasta el siguiente post. 


TEMOR


Conozco un par de cosas con respecto al miedo.
He vivido durante cuarentaytantos años de mi vida con el.
El miedo esta ahí, siempre, real, tangible, invisible, omnipotente, omnipresente, el miedo te conoce, lo que escondes, lo que te hace titubear al dar un paso en la oscuridad.

El miedo puede tomar todas las formas, tener todos los colores, nombres.
Es ese nudo en el estomago, la sensación de caída.

El miedo esta más vivo que nunca, es negocio, es política, es un seguro de vida, es el salvavidas en tus peligrosas vacaciones en la playa, maniobra de Heimlich.
Es el rostro de tu médico esperando el efecto de la anestesia, el bulto oculto debajo de tu seno, mirar antes de cruzar la calle, es secuestro, fobia a los insectos, reptiles, felinos, picaduras, mordidas, colmillos, cadena de whatsapp, carta con ántrax, aguja con SIDA, sexo, bacteria, virus, microbio, vampiro, fantasma, demonio, chupacabras, perder tu mascota, tu casa, tu abuelo, tu salud, la felicidad.
Dios no esta en el firmamento, no es Jesús, Buda, Allah. No es el dolar, ni mucho menos el hombre.
Dios es, nada más y nada menos, tu viejo y fiel amigo, el miedo. 

  





domingo, 14 de agosto de 2016

Al Elegante Caballero le sucede... Pt.1.


SUCESOS

"Woke up this morning with a gun to my head

Somebody help me, she wants me dead"



Pt. 1 - Apartamento 


23 de Mayo 1993.
Notas del día XXXX.

El día de hoy volví a su consulta, la habitación no estaba bien iluminada, siempre hay un ligero olor a humedad, ese olor se escondía entre las paredes, rehusaba a irse. 
Siempre deteste ese olor, me hacía sentir incómodo. 
Hable con él de lo mismo, pregunto por ti, por lo que he soñado, si he comido, si deje de fumar, del ejercicio, “¿Cómo (carajo) te sientes al respecto?”. 
Hable durante una hora, hable lento, hable despacio, intentaba matar todo el tiempo posible segundo a segundo, llene cada espacio con pesadez, con excusas, con evasivas, con pendejadas que me hicieran acabar con esa hora. 
Jamás he sentido confianza con él, es un hombre adulto que se gana la vida a expensas de lo que todos intentamos ocultar, de nuestros miedos, de las cosas que nos quitan el sueño. Un robo. 
Y heme aquí, desviándome del tema… otra vez.
Tengo en mi mano este diario, llevo meses ignorándolo. 
Por miedo quizás, no puedo pensar en otra razón válida para ignorar una libreta de inofensivo papel. Miedo a lo que habita dentro. 
La última nota es de hace 5 meses, esa noche habíamos hecho el amor y te quedaste toda la noche conmigo. 
Las ganas de querer lanzar ese diario por la ventana eran incontenibles, quería olvidar el ejercicio inútil de recopilar lo que hago día tras día. Nadie en su sano juicio quisiera seguir adelante, no con tantos recuerdos en mente, no después de aquella noche. 
¿QUIÉN EN SU SANO JUICIO te dejaría desvanecer con relatos de una vida sin ti?!
¡El loco es él, no yo! 
¡Patrañas! 
Para mi desgracia nadie toma en cuenta mi opinión, familia y amigos se sienten felices de que semana a semana me dejo embaucar por un “profesional” de la salud mental. Les fascina la idea de alguien imparcial diciéndome lo que tengo que hacer o no. 
Esperan que de una manera milagrosa me cure de esta enfermedad que llamo cariñosamente “TÚ”. 
Para ser honestos esto es un simple juego, a veces a las escondidillas, siempre ocultando la verdad. 
A veces, cuando la rutina nos cansa, vamos por verdad o reto. 
Y mientras busca e indaga, yo escapo, huyo, sin hablar de lo que de verdad me quita el sueño, de lo que día tras día consume mi sanidad poco a poco. 


¿Cómo has estado tú? 
Me pregunto si todo marcha bien en tu vida, si has podido comprar aquellas cortinas para tu casa, si tu gato sigue vivo, si has bajado de peso con aquella dieta que querías intentar. 
¿Pudiste ir de viaje como me habías jurado que harías?
¿Aún me recuerdas por las noches?
¿Le quitaste el filtro gris a tu vida, con mi partida? 

Quisiera escuchar tu voz, quisiera saber que estas bien y que las cosas marchan de tu lado.
Te preguntaras porque estoy escribiendo en este diario, sucede que hoy llego tu carta en el correo (estaba entre la cuenta de la luz y la del banco). 
Era breve, podría decirse que era una hoja en blanco con unas cuantas palabras por aquí y por allá.

Estas muriendo…
El acto final. 
Preguntas si puedes pasar tus últimos meses en mi departamento.
Afirmas que te extraño, que no quisieras estar con nadie más que conmigo en esta situación, que has cambiado y esperas compartir conmigo quien eres, esta nueva tú al final de tus días. 

Para el momento en que escribí esta entrada, habré leído tu carta más de 20 veces. Nada está claro, no sé de que enfermaste, ni porque sucedió, ¿habrá sido la soledad? Quizás una herencia maldita de los genes de tus antecesores. 
¿Habrá algo que pueda hacer para aliviar tus dolores? 
¿Me obligaras a verte morir? 
.
.

.
Me encuentro en silencio en mi habitación, el reloj marca 9:30 PM, tengo la máquina de escribir frente a mí… no hay palabras para responderte. 
Fue un golpe bajo, sin defensa posible, directo al sentir que tengo a flote por tu partida, me atacas con la partida definitiva. 
¿Qué decirte? 
¿Cómo expresar, que me aterra la idea de pensar en ti, muriendo, en mi cama? 
¿Cómo negarte esta última voluntad? ¿Tienes idea de que no quiero perderte, de que no estoy listo? ¿cómo te hago entender que las cosas dentro de mí siguen igual? rotas, fuera de lugar, agonizantes. 
¿Cómo explicar que aunque te extraño y me dueles no podemos seguir con esto? 

Suena el timbre, alguien llama, imagino eres tú, que traes tus maletas y alguien de la familia, que van a sentarse en la sala y que me harás servirles algo de beber mientras que me ponen al día, acordamos detalles de tus cuidados. Quizás tenga que fingir por ti, como siempre terminamos haciendo cuando peleamos. 
Callar mi dolor y alegría, no poder estrecharte en mis brazos porque vienes con compañía. O no, ellos no pueden ver que sientes, que eres humana, que te gustan mis besos y caricias, que puedes amar. Ellos no deben saber que tras de tu mascara hay una mujer que sueña, que quiere ser libre y hacer lo que le viene en gana. 
Amorosa, aunque no recibió amor. 
Sensible, aunque lleve una vida sola. 
Que quiere gritar, aunque siempre le han pedido que lo haga en silencio. 

Quizás… quizás no exista nada de eso, quizás quieras estar sola, como siempre, con tus responsabilidades, miedos y dudas a cuestas.
Quizás nadie venga contigo, quizás ni siquiera vengas con una maleta o con alguien de tu familia. 
Quizás no eres tú y al abrir me encuentre con algún vendedor, quizás ya estas muriendo en los brazos de alguien más o en casa de tu madre o de tu hermana. 
Quizás te arrepientas de haber escrito esa carta, quizás no eras tú la que levanto esa pluma y se dirigió a mí, quizás fue la mismísima muerte para tenerme como testigo de su buen trabajo al acabar contigo. Que sea el impotente espectador del final de mi gran amor. La muerte en 3 actos. 
Quizás sea solo una broma retorcida de Dios y quiera verme sufrir una última vez a tu lado. 
Espero que sean los colombianos a los que debo (mucho) dinero y vengan a cobrar en especie su metal. 
Espero abrir la puerta y hallarme un ladrón, un vendedor, un vecino, una colecta, un testigo de Jehová, un policía, un médico, un perro, mi amante, a la vecina, al marido de mi amante, a mi madre, a un investigador privado, a los militares, a la CIA, a la DEA, a la INTERPOL, a la KGB, a la misma muerte. 
A todos menos a esos ojos.
Voy a atender, deséame suerte.


EVIDENCIA #5, escena del crimen. Libreta hallada con anotaciones manchada de sangre, se anexa al expediente 03032016.






domingo, 10 de julio de 2016

El Elegante Caballero Negocia

DUELO

Parte III. Negociación

Lunes 24 de Febrero.
Es evidente que dios me concedió un destino oscuro.
Ni siquiera cruel. Simplemente oscuro. 
Es evidente que me concedió una tregua.
Al principio, me resistí a creer que eso pudiera ser la felicidad. Me resistí con todas mis fuerzas, después me di por vencido y lo creí.
Pero no era la felicidad, era sólo una tregua.
M. Benedetti, La Tregua (1960).







El amor tomo el edificio,
nadie pudo impedirlo,
las noticias al otro día contaban la versión de los sobrevivientes.
El amor no toma rehenes.
El amor es implacable.

No hay manera de razonar con él,
cuando el amor aparece alguien saldrá herido,
sin piedad, sin consideraciones,
el amor no discrimina,
el amor acaba con todos a su paso,
el amor hará pedazos un lugar si se lo permiten.
Lo volará desde los cimientos si lo cree conveniente.
El amor es imparable,
el amor es extremista.

No es sencillo acabar con el amor,
el amor infecta todo a su paso,
el amor deja manchas, cicatrices,
habrá llanto, habrá dolor.
El amor no negocia.

Nadie hará nada, pocos intentaran detenerlo,
pocos prestaran oídos a los consejos.
Es sutil, se infiltrará por cada costra, por cada fisura,
te halará desde las entrañas, te hará unirte a tus filas.
Portaras su bandera,
demolerás edificios,
correrás con su bandera,
nadie podrá juzgarte, ni condenar tus acciones,
pues todo será en el nombre del amor.

Alguien ha llamado a la muerte,
el total fueron treinta piezas de plata.
La muerte se llevará todo, dejará el edificio vacío,
en ruinas, con vestigios, con marcas.
Con olores, con recuerdos,
con días de ayer, con cosas,
llaveros, cartas, fotografías,
cadáveres, con camas vacías,
con preguntas sin respuesta.

Que sea su voluntad, que sea lo que el destino quiera.
“El amor no toma rehenes” reza el titular de esta mañana.
Lo leí en el desayuno,
la cicatriz reabierta aun escocía en mi pecho.
No hay más que hacer.
El amor, jamás ha tomado rehenes. 






viernes, 17 de junio de 2016

El Elegante Caballero odia Guns N' Roses.

Why I hate Guns N' Roses.


Los minutos, las horas pasaban, 
tic tac tic tac 
un tumulto enorme, un sonido estridente
guitarras, bajos, una voz desagradable
el sonido reverberaba en casa rincón del lugar

"HOY CONCIERTO DE ROCK"

todos gritaban enfurecidos el coro de la canción actual
sudor, alcohol, humo de cigarrillo, groupies frenéticas
no había nada armonioso en su música
letras vacías de mentes vacías.

Me recosté apartado de la multitud,
no había paz en aquel lugar,
gritos y más gritos,
tocaba Nirvana, Pearl Jam, Jimmy Hendrix, los Stones
-¡¿Qué dices hombre?!
estos tipos son lo mejor de lo mejor, DÉ lo mejor.-
Asentí para que pudiera verme en la penumbra del lugar
-Claro, lo sé. Solo no entiendo de que va su música.-
Dando un trago largo de mi cerveza me aleje tambaleante,
no eran de mi agrado, no sonaban bien
nada en ellos me simpatizaba,
(música) sonidos pendej(a)os pensé.

Subí al auto, gire la llave en el contacto,
en el radio sonaba a toda potencia "Raining blood"
a toda potencia, a velocidad máxima,
un riff violento seguido de una voz desgarrandose,
sentí la batería sacudir los cimientos de mi ser
de nuevo el riff, la orgia de gritos en los parlantes,
-¿Pero qué sucede?-
-Trapped in the purgatory!-
mi mano se detuvo a centímetros de la perilla del volumen
con los dedos listos para hacerla girar y acabar con aquello.
Encendí el auto, arranque forzando al máximo el motor
-Rainiiiing blooo(∞)oooooood!!-
el auto entraba en la vía rápida dando bandazos.
-Awaiting the hour of reprisal!... YOUR TIME SLIPS AWAY!!!-
.
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Silencio...
Estaba de nuevo en el bar,
sonaba en los parlantes música electrónica,
mezclas frescas, sintetizadores,
voces sintetizadas hablando de la relevancia de la fiesta
letras que pedían al oyente "darle"
de un trago acabe mi cerveza,
salí asqueado del lugar,
quería pintar todo de negro,
quería acelerar a través de la fachada y arruinarlo todo
la música, "la fiesta", el estúpido vaivén de sus cuerpos
Gire la llave en el contacto.
-Wuoooo ooohh oh ooohh sweet child of mine!!-
-Don't you cryyyy tonight! -
-A mulato! Entertain us!!! Here we are now! Entertain us!!! -


Desperté en casa, no recordaba haber conducido hasta ahí
me levanté y preparé un buen desayuno,
mientras tarareaba una canción que no recordaba,
la acompañaba con suaves silbidos girando los hot cakes en el sarten
Uhm uuuuhm uhm uuhm sweet child of mine.
Encendí el estéreo, subí el volumen.

Creo que odio a Guns n‘ roses, pensé mientras acomodaba mi corbata.





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