domingo, 23 de mayo de 2010

"La increíble hazaña de ser mexicano"


Actualmente ser mexicano significa una serie de autosabotajes; basta con encender el televisor y sintonizar alguna de las dos televisoras "nacionales",con su  programacion que agrede el intelecto y que nos invita a comprar "frijoles mágicos" para llegar al cielo, noticieros que nos despiertan día a día con una gris y cruda realidad, periódicos que alimentan el morbo de una sociedad temerosa con titulares tan ridículos como macabros.
Y entre todos estos medios puedo decir que he encontrado algo que rescatar, tan crudo como los noticieros, tan macabro como el "metro", pero inusualmente alentador y entretenido. Heriberto Yépez nos trae un magnifico libro titulado  "La increíble hazaña de ser mexicano",una obra de superación nacional; en palabras del autor.
Pese a mi aversión por los libros de superación personal, disfrute mucho de esta obra. Ya que invitándote sutilmente,con la risa y la auto-critica,a cambiar la manera de pensar.




Entonces, ¿sabes que me diría un mexicano imaginario? Digamos, un típico intelectual mexicano, ¿sabes qué me diría si leyese este libro?
Te vendiste.” Eso me diría.
Y me lo diría porque escribir un libro como éste significa traicionar el dogma: “No tomarás la palabra pensando en que algo puede mejorar. Sólo se puede hablar de cómo todo va a empeorar”.
Y me diría, eres un pendejo, eres un optimista, ¡el mexicano nunca va a cambiar!
No mames, no jodas. ¡Este libro es de superación personal!”
De nada serviría recordarle que la sabiduría de Lao Tse o Buda, Séneca o Marco Aurelio hoy sería clasificada como superación personal y, seguramente, descalificada.
Toco este tema porque el choteo a la superación personal de parte de los intelectuales mexicanos es la extensión de un rasgo típico de la cultura mexicana popular, que cree –disculpen, pero es cierto- que es imposible superarse.
Cualquier intento de superarte será ridiculizado.
El viejo mexicano cuando ve que otro está intentando avanzar, subir de rango, subir un escalón más, ascender, le dice: “!bájale!”
Ése es uno de los rasgos constitucionales del viejo mexicano.
La superación es imposible.” ¡Ni lo intentes! Y si lo consigues, nos traicionarás. Ya no serás uno de nosotros.
Al mexicano le encanta ser el perdedor de la película porque eso lo hace ver bien, puro ante sí mismo. Y ama más estar jodido que ser malo, y como el malo es el vencedor, con tal de no ser malo no quiere salir ganando. En nada.
Y no hay más que buenos mexicanos porque un Mal Mexicano no puede existir, si alguien se hace malo entonces deja de ser mexicano.
El mexicano está convencido de que sobresalir es lo peor que puede ocurrirle.
Lo hace porque ya tiene demasiado fijado qué es un mexicano.
Y un mexicano que gana no es un mexicano. ¡Nosotros los pobres! Nosotros, los vencidos.
El mexicano sigue enojado porque lo que aprendió a hacer se lo enseñaron los conquistadores, los patrones. Desde escribir en español hasta lo que hace todos los días en su trabajo se lo enseñaron – así lo quiere ver para chingarse más a sí mismo – sus amos.




Texto extraido del libro "La increíble hazaña de ser mexicano" una obra del escritor mexicano HeribertoYépez.

 
Y sin mas que desearle un feliz cumpleaños al hermano del alma Armando por su segunda década en este pais, e invitándolo a repetir la hazaña, me despido.

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